En verdad, todo Yoga es terapéutico. Ya que el bienestar y los beneficios que aporta la práctica siempre están.

La cuestión es que cuando hablamos de Yoga Terapéutico nos referimos a una práctica personalizada debido a que el practicante tiene alguna dolencia física o mental que conlleva algunos cuidados especiales. Por ejemplo, personas cardíacas, en recuperación de alguna operación (columna, rodilla, muñeca), depresión, insomnio, presión alta, estrés, entre otras. Entonces, se busca aplicar las técnicas más adecuadas para restablecer el equilibrio físico-mental-espiritual en la persona. Y por lo general, el principal desequilibrio que se debe tratar primero es el estrés. Por eso, el Yoga tiene tanto para ofrecer en cuanto a bienestar.

En el Yoga entendemos que todo malestar que se llega a manifestar a nivel físico, tuvo su primer estadío a nivel mental. La raíz de toda enfermedad es mental. Por eso en Yoga trabajamos para restablecer el equilibrio no sólo a nivel físico, sino también mental y espiritual. Se trata a la persona de forma íntegra y no sólo sus síntomas.

La clase se organiza con la práctica de asanas, mudras y pranayama. De forma progresiva y de acuerdo a cada persona. 

Las asanas revitalizan los órganos internos, tonifican los músculos, contribuyen a desarrollar el equilibrio y la concentración.  Usamos algunos elementos como bloques, cintas o la pared para ayudar al practicante a lograr las posturas. De esta manera, las posturas se pueden sostener algunas respiraciones. Ahí es donde la asana actúa y otorga los beneficios a la persona.

Los mudras equilibran los 5 elementos en nuestro cuerpo: fuego, aire, espacio o éter, tierra y agua. Son expresiones que encausan y ayudan a liberar energía bloqueada en el cuerpo. La utilización de mudras para sanación es una tradición muy antigua recogida de antiguos textos hindúes (Mantra Shastra, Upasana Shastra y Nritya Shastra) con más de 5000 años. Sólo el Hatha Yoga Pradeepika menciona 58 mudras, pero hay más de 729 mudras en total.

Pranayama son distintos ejercicios donde se trabaja con la respiración. Ya que ésta es una de las formas por las cuales incorporamos prana o energía a nuestro cuerpo. Hay distintos tipos de ejercicios con distintos efectos, algunos que aumentan el calor, otros refrescantes, estimulantes o relajantes. Lo que todos tienen en común es que purifican la sangre y aumentan la capacidad pulmonar. El objetivo principal de ésta práctica es hacer nuestra respiración natural más lenta. Durante cualquier práctica de Pranayama lo correcto es realizar menos respiraciones que lo normal, de lo contrario no sirve. Ya que el Yogi mide su vida en términos de cantidad de respiraciones, la teoría dice que cuánto más pausada y calma sea nuestra respiración en el día a día mayor vitalidad tendremos.

De acuerdo, a la dolencia de cada persona se seleccionan las técnicas más adecuadas dentro del vasto menú del Yoga. Con mucho respeto compartimos estas antiguas enseñanzas que han llegado a nosotros a través de nuestros Maestros.